2012, el año en el que la AFIP argentina se convirtió en una preocupación para el turismo brasileño

estancia La Leona, Patagonia, Argentina

Las dudas de los argentinos que viajan a Brasil este año no tiene que ver con qué destino elegir, con el tiempo que hará, con el alojamiento elegido y el medio de transporte utilizado. Ni siquiera con la carestía de la vida en Brasil y su imparable fama como uno de los destinos más caros del mundo. Este es el año del tsunami AFIP, cuyas medidas de control de cambio pueden suponer una devastadora bomba de relojería en el principal mercado emisor de turistas extranjeros hacia Brasil.

Los controles de cambio

La AFIP argentina (Administración Federal de Ingresos Públicos) es un organismo dependiente del ministerio de Economía y que equivaldría a la Agencia Tributaria española.

Dentro de su política de control del contribuyente, introdujo este año medidas de control del cambio (el cepo cambiario) que en síntesis han convertido en una odisea la obtención de reales brasileños -y de otras monedas extranjeras-. Basta poner “controles afip” en Google para obtener una retahila interminable de noticias a respecto del asunto.

El viajero argentino que quiere viajar a Brasil tiene que solicitar ahora una autorización previa para obtener moneda extranjera, siendo que la AFIP determina la cantidad que esta persona va a poder comprar.

Un primer impacto: desconcierto

Basta dar una pasada por los lugares donde se desarrolla la conversación viajera para darse cuenta del desconcierto que ha cundido entre los viajeros. Ante la imposibilidad de conseguir todos los reales deseados, se hace necesario recurrir a alternativas como la extracción de dinero con tarjeta de débito o de crédito (operaciones que también están sometidas a controles).

A priori, la opción más sencilla parece ser la de llevar pesos argentinos a Brasil y cambiarlos por reales. Sencilla en apariencia, porque conlleva un fuerte costo económico. Como la oferta de pesos argentinos está disparada, la cotización del mismo ha caído mucho, y hoy resulta muy desfavorable comprar reales brasileños en Brasil pagando con pesos argentinos.

Un segundo impacto: ¿habrá un descenso en el número de turistas argentinos?

menos argentinos

En Santa Catarina, donde algo saben de turismo argentino, lo tienen muy claro. Las medidas de control de cambio van a tener un impacto en las cifras de turistas, y este no va a ser pequeño. (SC receberá menos argentinos, Medidas para controle do câmbio ameaçam vinda de turista argentino a SC). El sector turístico ya celebra encuentros para estudiar qué se puede hacer (Trade turístico debate hoje impacto da crise argentina no verão 2013 em Florianópolis).

Los argentinos supusieron en 2011 el 29,3% de todos los turistas extranjeros que llegaron a Brasil. Una cantidad nada despreciable en un momento en el que el pifio crecimiento turístico de Brasil como destino internacional se sustenta sobre los pilares de los mercados emisores sudamericanos, a los que Brasil dio erróneamente la espalda durante mucho tiempo -afortunadamente parece haberse dado cuenta de ese error-.

Una caída apreciable en el número de argentinos puede suponer un descalabro para las cifras del turismo internacional en un momento en el que debería estar creciendo de forma significativa.

Es difícil saber qué va a ocurrir. Muchísimos argentinos tienen muy claro que Brasil es el destino de sus vacaciones y habrá que ver hasta qué punto las barreras que van a tener que sortear este año van a hacer desistir a pocos o muchos.

¿Qué puede hacer el sector turístico brasileño para contrarrestar la situación?

No hay una solución mágica pero creyendo como siempre lo hemos hecho que la información es poder, se nos ocurre que viabilizar un sistema de información que permita que el argentino consiga saber con precisión dónde va a poder cambiar sus pesos por reales y a qué precio lo va a hacer ayudaría muy mucho a disipar temores.

En estos momentos muchos viajeros saben que van a poder cambiar sus pesos al llegar a Brasil pero no consiguen descubrir cuánto van a tener que pagar por ello. Y el temor de que una tasa de cambio muy desfavorable convierta lo que ya es caro (=Brasil) en prohibitivo puede hacer desistir a mucha gente.

Sabemos que la Embratur sigue pensando que todo el mundo viaja a Brasil en un paquete organizado comprado a una agencia de viajes y que, por lo tanto, no contempla un esfuerzo por ayudar a aquellos que lo hacen de forma independiente (que nos hemos cansado de repetir que son más del 70% de los extranjeros que llegan a Brasil, como ya discutimos en portugués en O viajante independente também existe).

Pero hay otros organismos que también trabajan para traer más turistas extranjeros. Las Secretarías de Turismo, las autoridades locales, se podrían organizar para ayudar con algo que desde lugares como DE VIAJE A BRASIL no conseguimos hacer por falta de recursos. Creen, por ejemplo, una página web en la que se actualice a diario la cotización del peso argentino frente al real brasileño. Basta localizar las agencias de cambio en los principales destinos brasileños y colocar a una persona (puede incluso ser un estagiário) a telefonear todos los días por la mañana para obtener esa información. Les aseguro que de realizar una iniciativa parecida pueden contar con nosotros para ayudar a su divulgación.

Sin comerlo ni beberlo, a Brasil le ha caído encima la bomba cambiaria argentina. En sus manos está tentar minimizar su impacto e incluso evitar que llegue a estallar.

de viaje a Brasil